halloween 53El Pasaje del Terror volvió a ser la actividad más esperada, si bien la novedad fue el Concurso de Calabazas que ganó Antonio Pavón

 

La celebración de Halloween en Marchamalo logró el mayor éxito de los últimos años gracias a la buena combinación ofrecida por el Ayuntamiento en colaboración con las AMPAs de los dos colegios, la Asociación de Mujeres y, en especial, la Peña ‘La Nuestra’, cuyo trabajo en el Pasaje del Terror por séptimo año consecutivo fue el más celebrado, volviendo a superar su número de participantes.

> Álbum de Halloween


 

En los últimos años la tarde-noche de Halloween es sin duda una de las jornadas más esperada entre los niños y jóvenes marchamaleros, que encuentran una excusa para disfrazarse y disfrutar entre gritos y risas de un día diferente en el que se enfrentan a los personajes de sus peores pesadillas.

La jornada comenzó por la tarde, con un pasacalles musical desde el Ateneo Arriaca hasta la Plaza Mayor, donde se llevó a cabo una Fiesta de Disfraces con animadores, música, photocall y se ofreció chocolate y bizcochos para todos los asistentes. Esta actividad, consolidada tras el éxito del año pasado, fue la más multitudinaria, congregando a centenares de personas que abarrotaron la Plaza Mayor durante toda la tarde, gracias a la colaboración del Ayuntamiento junto a las AMPAs de los dos colegios y la Asociación de Mujeres.

Este fue el momento elegido también para hacer entrega del premio al ganador del nuevo Concurso de Calabazas introducido por la Concejalía de Asociaciones en el programa. Antonio Pavón recibió los 100 euros con los que se premiaba a la calabaza más pesada, gracias a la entrega de un ejemplar de 36 kilos de peso, que fue entregado a los comedores escolares después de que encabezara la carroza con las calabazas participantes que se utilizó para el desfile de disfraces.

EL PASAJE DEL TERROR, VUELVE A SUPERARSE

No obstante, la actividad más esperada fue de nuevo el Pasaje del Terror que desde hace siete años viene organizando la Peña ‘La Nuestra’, ambientado para ellos las salas de un irreconocible Espacio Joven. Esta asociación local volvió a recrear nuevos ambientes, variando el recorrido una vez más gracias a la escenificación que llevaron a cabo durante toda la semana previa para crear salas, grutas, y oscuros escondrijos que hicieron que la actividad se prologara durante casi cinco horas.

Más de medio millar de personas entre marchamaleros y visitantes llegados de distintos lugares se atrevieron a entrar en el Pasaje del Terror, totalmente gratuito, esperando con paciencia las largas colas a la entrada del recinto. Una gran expectación creada gracias al buen trabajo de los años anteriores y los emocionados comentarios de quienes lograban salir del recorrido por el otro extremo del mismo.

El decorado fue modificado sobre los anteriores, con un poco más largo e intrincado que comenzaba en la puerta que da entrada al sótano del Espacio Joven, en su parte posterior. Los pasillos creados, más estrechos, contribuyeron definitivamente a la sorpresa y la intensidad de la experiencia para quienes se atrevieron a entrar, la mayoría de los cuales salieron precipitadamente y entre desesperados gritos de pavor.

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