Pieza clave de todo desarrollo urbano realista y con una visión a largo plazo es su adecuada consonancia con el entorno natural en el que se halla, respetando sus particularidades y fomentando su protección.
El desarrollo sostenible de nuestra sociedad y la concienciación de la ciudadanía sobre el cuidado del medio ambiente es un proceso largo en el que se ha avanzado mucho en Marchamalo gracias a la implicación del consistorio a través de la Concejalía de Medio Ambiente, pero es algo que sigue requiriendo recursos y gran cantidad de acciones sólidas para que sea una realidad completa.
Es por ello que, desde su independencia como municipio, Marchamalo ha trabajado con ahínco para lograr importantes avances, especialmente en la recogida selectiva de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), su clasificación, tratamiento y reciclaje, proceso en el cual destaca la inclusión del municipio en la Mancomunidad de Servicios Vega del Henares (MSVH) y la construcción del Punto Limpio Municipal.
En apenas unos años, los marchamaleros han pasado de contar apenas con la recogida selectiva del vidrio y el papel, también de implantación relativamente reciente, a poder separar prácticamente cualquiera de los residuos que producen en sus hogares para que sean tratados de forma específica, proceso en el que tiene también un papel destacado el Consorcio Provincial de Residuos.
Implantar el mejor sistema de recogida de RSU posible ha sido uno de los principales caballos de batalla del Ayuntamiento de Marchamalo en los últimos años, yendo más allá de la simple recogida selectiva e implantando sistemas eficaces, con puntos bien repartidos e imponiendo la presencia de contenedores soterrados tanto en los nuevos desarrollos urbanos como en el centro histórico de la localidad, minimizando el impacto visual e higiénico de estos imprescindibles almacenamientos.
Sin embargo, superado este reto, se presentan otros nuevos, enfocados en un ambicioso objetivo de ahorro y eficiencia energética, una de las principales preocupaciones sociales de nuestros días.
Para ello se han puesto en marcha programas enfocados a la optimización de los recursos energéticos a través de una mayor eficiencia de nuestro alumbrado público, reduciendo la contaminación lumínica, sustituyendo aquellas luminarias que no cumplen con los parámetros de ahorro y eficiencia exigibles, y generando nuevos sistemas de gestión más eficaces basados en economía de escala, con la inclusión del municipio en el nuevo Consorcio Energético de la Campiña.
No obstante, nuestro objetivo de eficiencia energética va más allá del alumbrado público, buscando también más efectividad el consumo de energía de los edificios municipales, tanto en su consumo eléctrico como de climatización. En este proceso contribuye en cierta medida la implantación en los nuevos equipamientos municipales de paneles solares para la generación de energía eléctrica o agua caliente sanitaria.
Otros aspectos relevantes en materia de medio ambiente se enfocan en especial sobre el control de vertidos por parte de las empresas de nuestro entorno, ya sea en nuestro aire, tierra o agua; la búsqueda del mayor aprovechamiento posible de materiales, apostando por su reutilización y reciclaje, o la apuesta por obtener rendimientos agrícolas enfocados al autoconsumo de nuestras parcelas municipales en deshuso.