En numerosas ocasiones nos encontramos con sucesos que dependiendo del punto de vista o de la forma en la que son contados nos revelan una realidad u otra. Menos mal que nos quedan las pruebas. Pero, ¿qué sucede cuando las pruebas o las evidencias son ambiguas y no ayudan a clarificar la verdad? Porque, ¿qué es la verdad?.
En estos tiempos que vivimos, mentir no es delito, ni siquiera se considera una falta. En muchas ocasiones ni siquiera merece un mínimo reproche social. Todo el mundo miente. No se preocupen, no van ustedes a asistir a uno de esos sesudos tratados filosóficos sobre la verdad. ¿Alguno de ustedes tiene interés en conocer la verdad?.
Pues les invitamos a que participen en nuestras “ment-iras”, en nuestro “juego de la verdad”, en el que tres personajes relatan a un detective los tumultuosos sucesos de la noche pasada dando cada uno su particular versión de los hechos.
En los ojos del espectador estará creer a uno de ellos, o a todos, o a ninguno…