Al igual que en la práctica totalidad de las localidades de nuestro país, de profunda tradición cristiana, durante las jornadas del Jueves Santo y el Viernes Santo, variables en el calendario debido a la propia variabilidad de la celebración de la Semana Santa, se llevan a cabo en Marchamalo procesiones que datan siglo XVII y que recorren las calles que en el pasado formaban los cuatro barrios históricos de Marchamalo.
Las imágenes del Santísimo Cristo de la Esperanza y la Virgen de la Soledad, junto con el paso del Santo Sepulcro, son sacadas en procesión dentro de todos los actos que se llevan a cabo encabezados por la Parroquia de la Santa Cruz en torno a la conmemoración de la Pasión de Jesucristo.
Pero además de esta antigua costumbre, durante la última década se ha venido celebrando una escenificación de los que fuera la Pasión con decenas de figurantes locales que representan los diferentes capítulos de este relato evangélico.
Responsable de todo ello es la Asociación Cultural ‘La Pasión’, la cual se constituye en 1990 con el objetivo de hacer real esta iniciativa vecinal para la creación de una representación popular del calvario y la muerte de Jesucristo en la Cruz. Con el apoyo de la Parroquia de la Santa Cruz, su ímpetu les llevaría a verse respaldados en poco tiempo por decenas de vecinos animados por la esencia creativa y espiritual de esta iniciativa.
Esta representación ha cumplido ya dos décadas llegando a ser más de 150 personas las implicadas de manera directa en ella, recibiendo centenares de espectadores cada año, varios premios de índole provincial y logrando grabar incluso un modesto largometraje.
Todo este trabajo ha llevado a la Pasión Viviente de Marchamalo a ser reconocida como Fiesta de Interés Turístico Provincial por parte de la Diputación de Guadalajara, además de ser nombrados como premio Popular Nueva Alcarria en 2007.