Un dato que da idea de lo que fueron las elecciones municipales de febrero de 1936 en Marchamalo, es la lista de concejales de distintos partidos de izquierda integrados en el Frente Popular (PSOE-UGT-PCE) que salieron elegidos formando el último gobierno local democráticamente elegido hasta el regreso de la democracia en el año 1977. La lista la formaban Baldomero Alcalde, Marcelino Valentín, Victoriano Recio, Lorenzo Solano, Baltasar Solano, Feliciano Adeva, Inocente Alcalde, Pedro Riofrío e Isidro González.
Estas circunstancias se palpan en noticias de la época, como la del Diario El Sol, de 1934, “Según informes gobernativos la huelga continúa con tranquilidad, solamente en Marchamalo los obreros no asociados sustituyen a los huelguistas, hallándose el conflicto en vías de arreglo entre patronos y obreros. Hay nueve detenidos por ejercer coacciones siendo detenidos los socialistas Teodoro Torreira y Gregorio Tobajas (Secretario de la Federación Provincial de Trabajadores de la Tierra). Hoy fueron detenidos más obreros en Marchamalo y dos socialistas llamados Teodoro Cerrado y Vicente Jabonero siendo conducidos los veinte detenidos a la Prisión Provincial».
Durante la República se tomaron medidas sociales como fueron la ley de contrato de trabajo y la negociación colectiva y los jurados mixtos con arbitraje vinculante, se estableció la inspección de trabajo, los seguros sociales y el seguro de accidentes de trabajo (Mutuas Patronales) y se constituyó el seguro obligatorio de retiro obrero que beneficio a más de 5.000.000 de trabajadores.
Durante el periodo republicano, en 1932, en Marchamalo ejercía su magisterio el maestro Don Julián Feijoo Gallego que pertenecía a la Unión de Maestros Españoles, formando parte del comité de acción que se reunió en Madrid el 10 de agosto de 1932 en el Grupo Escolar de la calle Libertad 31 junto a maestros de otras localidades de España. En la inauguración del curso de ese año de 1932-1933 se proclamaba lo siguiente por el Ministerio de Instrucción Pública: “Hay que crear otra España, y esta nueva España ha de salir preferentemente de las escuelas y la universidad. Los hombres y mujeres de esta generación, los hombres y mujeres de la Republica tienen el encargo de destruir muchos privilegios históricos indignamente injustos. El Estado cumple con la tarea de difundir la enseñanza, de elevar el nivel de capacidad profesional y de abrir el camino de la universidad a las clases sociales modestas, condenadas antes a formar en la masa de obreros manuales. A la labor de fomentar la instrucción pública todos hemos de contribuir rodeándola de entusiasmo. Hemos de pedir que el profesorado tenga el respeto que merece por su alta función y que se le retribuya decorosamente. ¡Todo por una nueva España!”
También en la época republicana, al Ministerio de Instrucción Pública se trasladó una lucha ideológica entre el derecho a una enseñanza libre, racional y gratuita frente a los privilegios de la educación que la oligarquía compartía con la Iglesia Católica. El periodo republicano dará lugar a alternancias de gobiernos de derechas y de izquierdas, dando lugar a que durante 1932 y 1933 se construyeron 6570 escuelas y 7000 plazas de maestro con mejores salarios, promoviendo la creación de universidades públicas con el objeto de extender la cultura que era patrimonio de una minoría.
Para contrarrestar las políticas del primer Gobierno de la República, forma organizaciones católicas como la Asociación Católica Nacional de Propagandistas y Acción Católica, entre otras, de manera paralela y entrelazada a la movilización llevada a cabo por los partidos políticos derechistas, incorporando a las masas católicas a la escena política. Al finalizar la Guerra Civil, los maestros de escuela, los profesores de instituto y los catedráticos de Univesidad sufrieron una represión inmisisericorde, entre ellos el anteriormente citado maestro de Marchamalo.
Dos hechos de gran trascendencia, entre otros, marcarían el futuro de la II Republica. Primero, el acaecido el 10 de agosto de 1932, cuando se produjo un Golpe de Estado en la ciudad de Sevilla, encabezado por el General Sanjurjo. La asonada militar, conocida como ‘la Sanjurjada’ fue sofocada y Sanjurjo fue deportado a Portugal (fallecería en un accidente de aviación cuando se sumaba al Golpe de Estado de los Generales Mola y Franco en julio de 1936).
Otro hecho con graves consecuencias fue la Revolución de Asturias de Octubre de 1934, donde se produjo el enfrentamiento de mineros y obreros de la cuenca minera asturiana, que habían declarado la huelga revolucionaria, frente a las fuerzas de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto, con la posterior intervención del Ejército de África, Regulares y tropas de Marruecos a cuyo frente estaba, entre otros, el General Franco. Franco reprimió con dureza y saña la resistencia de los revolucionarios asturianos.
En el plano internacional, en junio de 1934, en Venecia, se reúnen por primera vez antes de formar el Eje Berlín-Roma, Hitler, que había llegado al poder en Alemania (1933), y Mussolini, que lo había hecho en Italia 10 años antes.