El proyecto ha duplicado su coste sobre el incial, de 29 a 59 millones, dinero que se acabará repercutiendo sobre los vecinos en la factura.
Los ayuntamientos gobernados por el PSOE van a presentar alegaciones al proyecto de la tercera conducción de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe (MAS) hasta Alcalá de Henares –actualmente en periodo de exposición pública– para pedir que se revisen unos sobrecostes de 30 millones de euros que duplican el precio inicial en el que se valoró la obra. “No hacemos esto solo en defensa de nuestros vecinos, sino de los de todos los municipios que conformamos la MAS, porque esto derivará en una nueva subida de impuestos que pagarán todos los ciudadanos”, han señalado esta mañana Pablo Bellido, Alcalde de Azuqueca de Henares, y Rafael Esteban, de Marchamalo.
Ambos alcaldes han comparecido esta mañana en rueda de prensa para anunciar las alegaciones que van a llevar a cabo sus ayuntamientos sobre el proyecto de tercera conducción elaborado en última instancia por la empresa pública Acuaes –dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente– y la MAS, presidida por el vicealcalde de Guadalajara, Jaime Carnicero, en el que se refleja un aumento de precio que Bellido ha calificado de “injustificable”, en comparación con los proyectos que ya tenía redactados la MAS con anterioridad.
Rafael Esteban ha calificado esta infraestructura como “vital para el desarrollo de nuestro territorio”, pero subraya que el proyecto planteado ahora por Carnicero se eleva a 59,2 millones de euros para un recorrido de 37 kilómetros, cuando esa misma distancia estaba presupuestada en 29,2 millones de euros en los proyectos encargados por la propia MAS entre los años 2004 y 2006.
El Alcalde de Marchamalo ha descartado que el tiempo transcurrido pueda justificar el sobrecoste, menos aún cuando los precios de la construcción más bien han evolucionado a la baja desde el inicio de la crisis, ni tampoco las condiciones del trazado. De hecho, la explicación está en la elección de un material de fundición dúctil para la tubería, que resulta mucho más caro. “Sin embargo, no está claro que sea mejor y, además, resulta que el aumento de precio van a tener que pagarlo los ciudadanos, y no estamos dispuestos a eso”.
En las alegaciones que se presentarán se pedirá la revisión del proyecto y, sobre todo, una explicación sobre una elección de material que no está suficientemente justificada. Esteban ha denunciado también la falta de información y los obstáculos que han tenido que salvar para acceder a esta información, y ha recordado que la MAS está cobrando a los ayuntamientos desde hace ya año y medio por la tubería de conexión con el embalse de Alcorlo, pese a que sigue sin estar en uso.
UN MATERIAL QUE EL CANAL DE ISABEL II DESACONSEJA
Por su parte, el vocal de Azuqueca de Henares en la MAS, Julio García, ha subrayado que el uso de tuberías de fundición no es el más habitual para diámetros elevados. “Sin ir más lejos, la conducción desde el embalse de Alcorlo se ha hecho en acero y no nos cabe duda de que se proyectó confiando en la total fiabilidad de este material”, cuyo importe por kilómetro es justo la mitad del que ha elegido ahora por Carnicero para la tercera conducción. Además, ha revelado que el Canal de Isabel II, que gestiona el agua en la vecina Comunidad de Madrid, descarta expresamente el uso de tuberías de fundición para diámetros superiores a un metro, que será el ancho utilizado en más de dos tercios de la conducción hasta Alcalá.
“No se pueden tomar decisiones de este calado sin tener en cuenta los aspectos económicos. Con el coste previsto anteriormente para la tercera conducción, los ayuntamientos ya iban a tener que pagar el doble por el agua, y después repercutirlo a los vecinos. Y por si les parecía poco, ahora pretenden duplicarlo otra vez”, ha concluido el responsable socialista.