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Celedonio Santamaría falleció el pasado día 16, a los 73 años de edad. Fue concejal desde 2003, demostrando una implicación, dedicación y amor por su pueblo palpable entre sus compañeros y en el propio municipio. En el acto de homenaje se reunieron los concejales, familiares y amigos para recordar su esfuerzo, generosidad y muchas anécdotas. Después, en el Parque de San Miguel, producto de su ilusión y empeño, plantaron un sauce que crecerá en su honor.


 

El homenaje a Cele, como era conocido entre los marchamaleros allegados y todas las personas que trataron con él de forma frecuente, será recordado por mucho tiempo entre todos los que esta mañana estuvieron presentes. Un acto sencillo, humilde, fiel a su forma de ser discreta pero entregada, en el que, lejos de boatos innecesarios, se habló con franqueza de la figura de un concejal que ofreció más de 10 años al consistorio del pueblo al que amaba con el único fin de mejorarlo y hacer más agradable la vida en él a sus convecinos. Todo cuando a él ya le tocaba disfrutar de su retiro profesional.

El sauce plantado en su honor en el Parque de San Miguel será el longevo testigo de este día y de todos los demás en los que decidió anteponer las necesidades de sus convecinos a la suyas propias para hacer de Marchamalo un lugar mejor en el que vivir y disfrutar, como él pudo hacer, de las personas queridas y allegadas que le acompañaron.

Las más importantes de esas personas se congregaron ayer en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial, donde el Ayuntamiento de Marchamalo, por el que trabajó denodadamente durante la última década de su vida, le brindó su reconocimiento a través de la figura de su Alcalde y el resto de concejales que lo conforman, todos allí presentes para transmitir unas palabras en su recuerdo.

Breves notas que brotaron de boca del Alcalde, Rafael Esteban, y los portavoces Eloísa Rodríguez y Manuel Andradas, en las que se recordaron el esfuerzo, el empeño, la perseverancia y la generosidad con la que trabajó Cele durante toda su etapa de servicio público, regadas de anécdotas más entrañables y divertidas si cabe con el lustre que dan los años y que no vienen más que a demostrar ese carácter afable pero persistente y concienzudo que le acompañaba siempre en su trabajo por Marchamalo.

El acto en el consistorio finalizó con la proyección de un vídeo con una recopilación de fotografías de su labor al frente de las distintas concejalías que se encargó de coordinar, aderezado también con los momentos de distensión en compañía de familiares, compañeros y nuevos amigos con los que se encontró a lo largo de su extensa e intensa labor municipal.

Una fotografía de grupo de todos los concejales gallardos en el día de la toma de posesión como representantes de los ciudadanos de Marchamalo, en mayo de 2011, acompañada de una leyenda en su recuerdo, fue entregada a su esposa Pilar y a sus hijos, Raúl y Óscar, además del ramo de rosas rojas que ocupó su espacio vacío en el Salón de Plenos durante todo el acto.

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