charla-residuosEl colegio se sumó en abril a un novedoso programa de reciclaje de residuos orgánicos para emplearlos como compost en la agricultura

 

El CEIP ‘Cristo de la Esperanza’ sumó a su programa de Ecoescuelas la pasada primavera un nuevo proyecto conjunto con otros seis centros escolares de la Mancomunidad Vega del Henares con el que iniciar la recogida selectiva de residuos orgánicos para su posterior reciclaje en compost agrícola.  Los resultados de Henares Agrocomposta ya se están dejando notar, logrando recoger 10 toneladas de basura de los colegios adheridos al proyecto para abonar los terrenos de cultivo de dos agricultores ecológicos, y además sigue creciendo.

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Los alumnos de 2º y 3º curso de Educación Primaria del CEIP ‘Cristo de la Esperanza’ participaron ayer en los talleres sobre separación y reciclaje de residuos propuestos por la Mancomunidad Vega del Henares en el marco de su proyecto de reciclaje de residuos orgánicos ‘Henares Agrocomposta’. El colegio se sumó voluntariamente a este proyecto piloto en abril del año pasado, y entrega los residuos orgánicos que genera su comedor escolar dos veces por semana para que se conviertan en compost en dos fincas de agricultura ecológica en Cabanillas y Galápagos.

Un programa que se suma a las actividades de educación mediambiental que llevan a cabo en su programa de Ecoescuelas, con el que desde hace años llevan reforzando la formación de sus alumnos en un aspecto que se antoja esencial de cara a nuestro futuro colectivo: la ecología y la protección de nuestro medio ambiente.

La pasada primavera, tras un periodo inicial de planificación, valoración y organización del proyecto, se ponía en marcha por parte de la Mancomunidad Vega del Henares la primera experiencia de recogida selectiva de residuos orgánicos para su posterior reciclado como fertilizante agrícola encabezada por una administración en toda Castilla-La Mancha, contando con la participación de seis colegios de la zona, entre ellos, el CEIP ‘Cristo de la Esperanza’.

Desde entonces y hasta el verano, todo lo recogido por AFAUS se entregó a un agricultor ecológico de Galápagos, que ya ha transformado todo eso que era basura en compost de alta calidad para abonar sus cultivos, gracias también a una importante aportación de restos de poda recogidos en los municipios que forman la MVH. Una vez superadas las vacaciones de verano el proyecto se retomó con la esperanza de poder sumar participantes, y los resultados están siendo estupendos. Henares Agrocomposta, nombre con el que se ha bautizado el proyecto, ha superado ya las 10 toneladas de basuras recogidas y recicladas.

A partir del mes de septiembre se han sumado al proyecto nuevos participantes que lo están haciendo crecer. Por un lado, AFAUS, además de recoger la basura orgánica, también ha empezado a agrocompostarla en una finca de Cabanillas donde está desarrollando su propio proyecto de inclusión social con huerta ecológica; por otro, los colegios ahora ya son siete, tras sumarse al proyecto el CEIP ‘Parque Vallejo’ de Alovera, y dos de los que lo iniciaron en primavera ahora también fabrican su propio compost en sus jardines gracias a las composteras cedidas por la MVH; y por otro se han comenzado a sumar otras entidades al proyecto, como una cervecera de Quer o una residencia de mayores de Azuqueca. Incluso en Fontanar, en cuyo colegio ya se separaban los residuos orgánicos para corrales y huertas, se han animado a instalar dos contenedores en lugares estratégicos para que empiecen a participar los vecinos de forma voluntaria y supervisada.

El proyecto, además de aplicar en la práctica toda la teoría del sistema del agrocompostaje como método de aprovechamiento de todos esos residuos orgánicos que no nos comemos y hasta ahora iban al vertedero, también incorpora esta faceta formativa, con charlas didácticas y actividades en los centros escolares participantes. “El ámbito escolar es ideal para comenzar a trabajar en sistemas nuevos de reciclado, ya que los comedores escolares producen grandes cantidades de residuos orgánicos que pueden ser fácilmente separados, pero además porque los niños y el entorno educativo es el mejor para comenzar a introducir nuevos sistemas de reciclado en la sociedad”, ha señalado el presidente de la MVH, Santiago Casas.

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