Este año ha sido el de mayor inversión en patrimonio, sumando a esta actuación la restauración de la picota y los nuevos paneles informativos
El Ayuntamiento de Marchamalo finaliza 2017 como el año en el que más ha invertido en recuperación y puesta en valor del patrimonio local, gracias a una última inversión cercana a los 30.000 euros en iluminación ornamental para la torre de la Iglesia de la Santa Cruz y otros adornos navideños. Esta actuación se suma a las ya ejecutadas como la restauración de la Picota y la nueva señalización patrimonial instalada.
> Fotos de la nueva iluminación LED
El presente ejercicio económico finaliza como el de mayor inversión de los últimos años por parte del Ayuntamiento de Marchamalo para la puesta en valor del patrimonio local, una determinación que quedó patente con la creación de la Concejalía de Patrimonio, y que poco a poco ha ido dando sus frutos. A la recuperación de elementos con cierto valor histórico, como el Puente de San Miguel, situado en el parque al que da nombre, o el Banco de la Paciencia en la Plaza Mayor, se ha sumado durante este año nuevas actuaciones como la instalación de paneles informativos junto a todos los edificios y otros vestigios históricos de la localidad, así como el profundo trabajo de restauración al que fue sometido la picota en verano.
Ahora, para finalizar el año, el Ayuntamiento de Marchamalo ha hecho efectiva su última gran apuesta patrimonial, la iluminación completa de la torre de la Iglesia de la Santa Cruz, construcción de estilo mudéjar-toledano datada aproximadamente en el año 1567. La iglesia, construida en tres periodos durante el siglo XVI, se levantó sobre otra más antigua bajo la dirección de los maestros aparejadores Pedro de Medinilla y Juan de Ballesteros, destacando esta torre de ladrillo, entonces rematada por un elevado chapitel de pizarra. Este chapitel fue sustituido a principios del siglo XX, debido a su mal estado y el alto coste de su restauración.
El proyecto se ha llevado a cabo con la instalación de tecnología LED de última generación fabricada por Schréder-Socelec, empresa ubicada en el polígono industrial de Marchamalo y líder en este tipo de instalaciones ornamentales de bajo consumo.
En total, teniendo en cuenta tanto la adquisición de las luminarias como su instalación, a cargo de la empresa alcarreña Morasa, así como los nuevos adornos navideños que ya lucen en las calles de Marchamalo, el consistorio gallardo ha invertido una cantidad cercana a los 30.000 euros, que se suman a los poco más de 5.000 euros destinados tanto a la instalación de la nueva señalización patrimonial como a la restauración del Rollo Jurisdiccional, conocido popularmente como la picota, el pasado verano.
Este último era uno de los elementos arquitectónicos con valor patrimonial que se encontraba en peor estado, datado en 1627, año en el que Marchamalo adquirió su condición de Villa. Hecho en piedra caliza, el proceso de degradación de la misma estaba avanzando rápidamente, con el capitel y la basa casi deshechos, siendo necesaria una intervención urgente que acabó siendo plenamente satisfactoria.