Familia Romero de Lucas
• Alfredo Romero García fue el precursor del Cine y el Baile en Marchamalo, dos manifestaciones culturales de las que pudieron disfrutar los marchamaleros y marchamaleras gracias a su iniciativa emprendedora, la cual tuvo continuidad a través de sus hijos Alfredo y Luis durante gran parte del siglo XX.
• Marchamalo fue uno de los pocos pueblos que pudieron gozar de la diversión y alegría que suponía un salón de baile y una ventana a la cultura y a la libertad que aportaba el Séptimo Arte, apelativo con el que se denomina al mundo del cine, sobre todo en unos tiempos donde se imponía la falta de libertades y una censura asfixiante sobre la cultura y modos de vida a través de las imposiciones marcadas por el Franquismo y la Iglesia del Nacional-catolicismo.
• Alfredo Romero abrió el primer salón de baile en Marchamalo en la calle de la Alameda en los años 30 al son de un organillo adquirido por el abuelo Serapio. El 8 de diciembre de 1948 se inauguraría la sala de cine, no sin grandes sacrificios, a la que se dio el nombre de Cine Alegría (toda una declaración de principios) con la proyección de la película ‘Fruto Dorado’con Clark Gable y Spencer Tracy como protagonistas. El local de 130 m2 tenía unos bancos de madera, reservando uno de ellos a la Guardia Civil, y dando la posibilidad a los vecinos de acudir allí con sus propias sillas, circustancia que abarataba el precio de la entrada. Cuando terminaba la proyección se retiraban los bancos de madera colocándose junto a las paredes para de esta forma dar paso al baile al son de la música del organillo, el pickup y, más tarde, el tocadiscos de los años 70, con los ritmos del rock propuestos por Luis, gran aficionado a la música, actuando en ocasiones orquestas y conjuntos de la época.
• En los primeros año, las películas se adquirían en Madrid y se recibían por ferrocarril en un saco que era recogido en la Estación de Guadalajara y transportado a sus espaldas por el propio Alfredo, siendo ayudado por sus hijos, aún casi niños, que lo hacían a menudo en bicicleta.
• Fue Alfredo, el hijo mayor, el que aprendió todos los secretos y técnicas de la proyección de las cintas cinematográficas que exigían gran habilidad y pericia, no exenta de riesgo, como queda reflejado en una película del cine expresionista italiano ‘Cinema Paradise’, en la que se aprecian numerosos paralelismos con lo que significaba el cine en un pequeño pueblo por aquellos tiempos.
• Toda la familia, Alfredo, con sus hijos Alfredo y Luis, y su hija Isabel, se ocupaban de las distintas funciones y ocupaciones como eran la taquilla, el control de la sala, la proyección y demás menesteres para que la función fuera un éxito y de esta manera los marchamaleros, pudieran soñar, reír o llorar con las grandes superproducciones del cine, o tener la oportunidad de disfrutar en la pantalla con las estrellas de la época dorada del cine de Hollywood, desde Ava Gadner o Sofía Loren hasta John Wayne o Humphrey Bogart, sin olvidar a Marcelino ‘Pan y Vino’, Joselito o Marisol.
• El negocio evolucionó y como buenos empresarios supieron adaptarse a los tiempos inaugurando un nuevo local en los años 60, el Cine AL-RO-GA (acróstico de Alfredo Romero García), con 200 cómodas butacas, una gran pantalla y sonido. Colindante a la sala, en un local al aire libre, se colocaba el Cine de Verano, que también se utilizaba como sala de baile y actuaciones musicales.
• En la década de los 80 el cine se transformó en una discoteca de moda denominada ‘Discoteca Tobago’, donde se podía escuchar y bailar la música más vanguardista y discotequera de los años 7O y 8O.
• La familia Romero de Lucas donó al Ateneo Arriaca el organillo adquirido por el abuelo Serapio en el siglo XIX, así como las Cámaras de Proyección de las películas que forman parte indispensable de lo que es la Historia y la Cultura de Marchamalo durante el siglo XX.