TRABAJADORES ESENCIALES
• Los y las trabajadores esenciales mantuvieron nuestro país a flote en medio de la tormenta. Servicios de emergencias, bomberos y agentes forestales reconvertidos en brigadas de asistencia y desinfección, junto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y nuestra Policía Local, que mantuvieron dispositivos especiales en todo momento, apoyados incluso por el Ejército. Y también otros trabajadores de servicios que se enfrentaron con las consecuencias más dolorosas de la pandemia, como el personal funerarios o el de las residencias para personas mayores o discapacitadas.
• En Marchamalo debemos destacar sin atisbo de duda la entrega de las trabajadoras de la Vivienda de Mayores Municipal, que decidieron confinarse en ella junto con el resto de residentes para poder seguir atendiéndoles y evitar cualquier posibilidad de contagio. Las personas mayores han sido el colectivo más duramente golpeado por esta pandemia. Residencias por todo el país se convirtieron en focos de contagio y una alta tasa de mortalidad, dado el delicado estado de salud de sus residentes. Pero la Vivienda de Mayores de Marchamalo permaneció como un oasis ajeno a la pandemia gracias al excepcional compromiso profesional de sus trabajadoras, que renunciaron a estar con sus familias para garantizar la seguridad de las personas a las que cuidaban.
DESINFECCIÓN DE CALLES Y EDIFICIOS
• Uno de los primeros frentes en la lucha contra el virus fue el de la desinfección de espacios públicos. Ante el desconocimiento generalizado sobre su forma más efectiva de propagación, uno de los aspectos sobre los que se incidió fue el refuerzo en la limpieza de los espacios públicos y en la desinfección de manos después de tocar cualquier superficie.
• Marchamalo fue uno de los primeros municipios de toda España que reforzó sus servicios de limpieza tanto en los edificios municipales como en los centros de enseñanza pública, incrementando la limpieza y la presencia de geles desinfectantes. El esfuerzo continuó posteriormente, haciéndose extensivo a los espacios públicos que seguían usándose por quienes tenían que seguir acudiendo a sus puestos de trabajo.
• En esta labor el personal de la Brigada Municipal se empleó con toda su dedicación para conseguir mantener desinfectados los espacios de uso común, algo que hubiera sido imposible sin la colaboración desinteresada de un grupo de agricultores de Marchamalo que pusieron su maquinaria y sus recursos a disposición del pueblo para esparcir desinfectante por las calles. Varios días a la semana, sin descansar ninguna, durante meses, salieron a la calle con sus tractores para contribuir en lo posible en la lucha contra este maldito virus.
PERSONAS VOLUNTARIAS
• Esta pandemia ha sido sin duda una situación terrible que ha puesto a prueba la capacidad del pueblo español y la sociedad gallarda para colaborar, trabajar en equipo y ayudarse con el objetivo de enfrentarse al virus y salir adelante.
• Superar los meses más duros de la lucha contra el virus, y también todos los que vinieron después hasta que la vacunación ha alcanzado a la mayor parte de la población de nuestro país, hubiera sido imposible sin el esfuerzo y entrega desempeñada por las personas voluntarias. Personas que han volcado desde su propio desempeño profesional, como los miles de sanitarios que se ofrecieron para trabajar fuera de sus especialidades, sin horarios; los trabajadores de emergencias que empleaban su tiempo libre en seguir ayudando, o los voluntarios de Protección Civil, que hicieron absolutamente de todo para poder atender las necesidades de quienes más lo necesitaban. Incluso felicitar los cumpleaños a niños y mayores a la puerta de sus domicilios.
• Todo lo necesario para levantar también el ánimo abatido de muchas personas que no veían el final a la tragedia, y en especial a los niños y niñas que pudieron perder un año de serlo, de jugar y vivir con ilusión, algo que se evitó gracias al esfuerzo de personas anónimas que hicieron todo lo posible, incluso realizar la primera Cabalgata de Reyes casa por casa que se recuerda en Marchamalo.